martes, 1 de julio de 2008

La tormenta y la espada

"¡VAMOS! ¡¿a esto le llamas una batalla?! ¡DE PIE AUN NO EH ACABADO CONTIGO!" entre resoplos y gritos frenéticos, sus palabras taladraban mis oídos, era muy molesto, me hace sentir débil, inexperto, un niño, "¡¿QUE ESPERAS!?" podía sentir su sed de sangre, sus ganas de matar, entre tanta gente dentro de este mundo, no había visto un ser tan exitado por la batalla, ni siquiera cuando me obligaban a combatir por aquel clan que me esclavos, no se por que me sigue, y tampoco se porque desea tanto luchar conmigo, ahora que estoy de rodillas, podría darme el golpe de gracia, pero lo único que hace es babear, saltar sus ojos, apretar la mandíbula y mostrarme su grotesca sonrisa, esa piel que lleva sobre el, tiene olor de sangre, su espada y su escudo parecen haber estado en mil batallas y su armadura marcas de guerreros caídos en su intento por derribarle, ennegrecida por las llamas de la guerra celeste al parecer, tenia un sable de dos manos, esta roto, no se la razón de porque lo carga si ya no le sirve, "¡VAMOS NO ME HAGAS ESPERAR MAS! aun hay gente que matar, el día no ha terminado niño verde", el pasto se siente tan bien en mis rodillas, la brisa me hace recuperar el aliento, el cielo, aunque este ennegrecido por las nubes de la tormenta que se avecina, me llama, quiere que me levante, la flor que esta a la altura de mi pecho, ¿me pide que no me rinda? curioso nunca antes había hablado con una flor en esta forma, cierro los ojos y pienso en ella, mi corazón se exalta, me hace acelerar mas que el fervor de esta batalla, que cada guerra que haya cursado.

Cierro los ojos y la veo a ella, a esa hermosa princesa, a la que deje en aquel reino, la tristeza me invade, mis fuerzas vuelven a irse tan pronto como regreso mi aliento, me vuelvo a arrodillar, esta vez.... solté mi hacha, no vale la pena vivir si ella no espera mi regreso, ella ya me ah olvidado, parece que fue tan fácil, y después de todos estos años yo no puedo dejar de pensar en ella, "en fin, parece que no quieres seguir luchando, ¿que debería de hacer, eres el rival mas aburrido que eh tenido, no te importa morir eh? me pregunto que te habrá pasado, tu un orco de raza pura, ¿sin deseos de batallar? incluso contra mi, un ser de sombra, uno de los que acabaron con tu nómada clan" -....- "¡tu silencio me enferma!" sus insultos me molestan, mas no tengo deseos de seguir en pie, tan pronto como llega el trueno, tú apareces, te maldigo a ti, tu te aprovechaste de esto, te decías ser su consejero real, no eres mas que un gusano, la rabia volvió a mi, aunque había quedado prohibido, yo un orco, no puede estar con una humana, es impensable, mas sin embargo, mi corazón no conoce razas, ¡te maldigo! después de tantos años, no puedo creer que aun manches el recuerdo que tengo de ella, no hay honor en tu ser mas, esto no puede ser, "Bien, acabare con tu vida si tanto deseas morir, pero no seras un trofeo, un orco que muere así, solo merece la deshonra!" abrí los ojos, la tormenta parecía sentir mi ira, una aguacero comenzó a derramarse sobre el campo, y el cielo con su rugido y su trueno parecían querer explotar junto conmigo "¡MUERE BESTIA!" alzo su espada y lanzando su filo contra mi cabeza, un ruido enfurecido formo con las gotas de agua y el viento que cortaba en su camino a mi cuello, el golpe de metal fue tan estridente y consistente que pareció un trueno, sin embargo los rayos no dejaban de azotar la tierra, parecía que conforme mas hervía mi sangre la tormenta aumentaba, me volví a mi atacante... -eres el semi humano mas ruidoso que con el que me eh topado- le dije mientras alzaba mi mirada, el contacto con sus ojos fue como el choque de espadas "¡¿QUE¡?.... ¿¡co-como hiciste eso!?" sin ningún esfuerzo me reincorpore en mis pies, mi brazo no temblaba, en comparación con el suyo, quien tuvo que soltar su escudo para usar ambas manos, -¿dices que ya habías peleado con orcos?- dije mientras me acercaba a él, serio, molesto, lleno de ira, esta es una bestia con la que no debió meterse "¡khhh.... no me superaras en fuerza! ¡ningún orco lo hará JAMAS!" era gracioso, ya no percibía coraje, ni ira, solo algo de negación, un poco de miedo y decisión, eso no te bastara nunca debes sub-estimar a tu enemigo -Nunca te has enfrentado con un Loboescarcha.....- tome sus manos con la mía que estaba aun libre de sostener el arma, domine su fuerza y acerque mi rostro al suyo, ahí frente a frente, su mirada se fue quebrando -....¡menos con uno embravecido!- y como un trueno, desate toda mi furia en un rugido que heló su sangre, quebró su mirada y con ello hasta el trueno calló un momento alze sus brazos y lo lanzé lejos -esto apenas comienza- y un relámpago acompaño mi resplandor, y todo se volvió mas liviano, no puedo morir, no ahora, debo volver mi debo acabar con esto

1 comentario:

MelyFu dijo...

:D !!!!!!!!!

aunque se que esto es mas que un cuento...